Reprimir las emociones no es la solución para que estas desaparezcan. ¿Alguna vez te has preguntado cuántas veces reprimes tus emociones al día? El hecho de reprimir nuestras emociones, nos hace pagar un alto precio, porque las emociones como ya hemos comentado, no desaparecen, sino que se han quedado dentro de nosotros, en nuestro subconsciente. Peligroso porque estas emociones reprimidas aparecerán con mas fuerza ante cualquier posible oportunidad.
En este articulo, comentaremos las consecuencias que tiene reprimir las emociones en su salud emocional y por qué las emociones no son malas de por si. Todo depende de como las tratemos y que hagamos con ellas. Uno de los aspectos perjudiciales para la salud es la represión de las emociones.
Las emociones reprimidas pueden provocar varios problemas de salud, como los siguientes:
- Problemas de estómago: el estómago está conectado al nervio vago, que es uno de los principales centros emocionales del cuerpo. El estómago es extremadamente sensible a los cambios de humor, razón por la cual se le llama «segundo cerebro». Por tanto, la acumulación de emociones fuertes o emociones reprimidas pueden provocar vómitos, estreñimiento, hinchazón, gases, diarrea e incluso úlceras.
- Dolor de cabeza o migraña: la presión o la incomodidad causada por ocultar las emociones negativas puede tensar los músculos del cuello y la cara, especialmente los músculos de la frente. Esta tensión eventualmente conduce a dolores de cabeza e incluso dolor en los músculos de la mandíbula.
- Mayor riesgo de diabetes o de un ataque cardiaco: hay mucha evidencia de que el estrés crónico está altamente correlacionado con un mayor riesgo de estos dos problemas de salud.
- Acné: un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que el acné se ve muy afectado por el estrés emocional. Esto se debe al aumento de la producción de la hormona cortisol y testosterona que provoca el estrés.
- Debilidad del sistema inmunológico: estos aumentos de cortisol también pueden afectar al sistema inmunológico, reduciendo y empeorando la respuesta a determinadas enfermedades o infecciones.
Los hechos muestran que las emociones no son buenas ni malas, son solo expresiones neutrales de cada uno de nosotros, que inevitablemente revelan las necesidades específicas de los seres humanos. Hablando evolutivamente, nos han permitido sobrevivir como especie. Se expresan a través del cuerpo, los gestos, las expresiones faciales y nuestros pensamientos. La emoción es una respuesta instintiva para actuar de acuerdo a la situación o circunstancia.
Las emociones nos brindan la oportunidad de realizar diferentes acciones en situaciones específicas, y nos orientan a entender cómo actuar de acuerdo a la situación para promover la conciencia de lo que experimenta nuestro cuerpo. Nos brindar una referencia a lo que sucedió en un momento en particular, y la energía adecuada para actuar en cada situación.
Cada emoción tiene su propia información e intensidad, lo que puede ayudarnos a reconocernos. Una de las claves para el manejo eficaz de las emociones es que en vez de reprimirlas o negarlas, dejemos que fluyan, esto significa que debemos prestar atención a esas emociones, porque seguramente nos estén mandando un mensaje.
Para poder expresar y gestionar nuestras emociones podemos aplicar este proceso:
- En primer lugar, reconocer las sensaciones físicas de nuestro cuerpo.
- Permitirnos sentir esa sensación (como por ejemplo un nudo en la garganta).
- Una vez reconocido el sentimiento, se ha de averiguar cuál es la emoción que esta detrás de ese sentimiento.
- Si conocemos el nombre de la emoción, perfecto, entonces podemos sentirla, sin censurarla y sin juzgarla.
- Si por lo contrario, no sabemos el nombre de la emoción, no importa, permitámonos sentirla.
- Ahí es donde veremos que por muy incomoda que sea podemos manejarla.
- Pero es muy importante, no obsesionarse con la emoción y dejar que pase para que no se nos cargue en la mochila emocional.
Como hemos visto, las consecuencias de reprimir las emociones en su vida no solo son en vano, sino que empeoran la situación. Cuanto mas reprimas tus sentimientos, mas difícil será llevarse bien con los demás y hasta contigo mismo. Por eso, te recomendamos que no esperes ni un momento mas, si no que comiences desde otro punto de vista más saludable para ti, a relacionarte con tus emociones.