Santiago Ramón y Cajal no necesita presentación. Es uno de los científicos más importantes de la historia, reconocido por sus valiosos aportes a la neurociencia y galardonado con el premio Nobel de Medicina en 1906.
Pero lo que quizás no conocías es que este genio español también se atrevió a explorar los límites de la mente humana a través de la Hipnosis.
En este artículo descubrirás una faceta sorprendente del padre de la neurociencia moderna. Te contamos la relación de Ramón y Cajal con la Hipnosis, qué experimento realizó y qué concluyó sobre los misterios de la mente humana.
Ramón y Cajal y la Hipnosis: los inicios
Don Ramón y Cajal ejerció como catedrático en diversas universidades de España. Ocupó la cátedra de Anatomía en Valencia (1883), la cátedra de Histología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (1887) y las cátedras de Histología y Anatomía Patológica en la Universidad de Madrid (1892).
Fue a finales del siglo XIX que este insigne doctor anunció el principio neuronal (1991), definió la palabra neurona y destacó a las neuronas como la unidad elemental del tejido cerebral.
Durante su vida valenciana, existía una gran polémica científica sobre la Hipnosis, en la que se confrontaban dos importantes corrientes francesas.
- La Escuela de la Salpetriêre, de Neurología, dirigida por Jean-Martin Charcot, que veía al estado hipnótico como una forma de neurosis provocada que podía servir para estudiar trastornos mentales.
- La Escuela de Nancy, de psicoterapia, dirigida por Bernheim y Liébault. En la que se enfatizaba el papel de la sugestión en la Hipnosis y su potencial terapéutico.
Ante esto, el espíritu investigador de este doctor adoptó una postura. Se inclinó por la visión de Bernheim. De esta forma, inició su dedicación a la rama psicológica para abordar la Hipnosis. Esta nueva ciencia le atraía porque estaba estrechamente vinculada al dinamismo cerebral.
Cuál fue la experiencia de Ramón y Cajal con la Hipnosis
Ramón y Cajal, junto con un grupo de científicos, se propuso estudiar la Hipnosis desde una perspectiva rigurosa y experimental. Para ello, crearon el Comité de Investigaciones Psicológicas y crearon un método de análisis científico.
Decidieron realizar los experimentos hipnóticos tanto con voluntarios sanos, incluyendo colegas médicos y abogados, como con enfermos mentales y con problemas nerviosos.
- Cuando se centró en los individuos sanos, Ramón Cajal concluyó que se experimentaba “la abolición total del libre albedrío” del sujeto. Notó que al aplicarse la Hipnosis como terapia se producía, según la orden del Hipnotizador.
- Catalepsia cérea.
- Amnesia total o parcial.
- Congestiones y hemorragias por sugestión.
- Analgesia.
- Alucinaciones positivas y negativas (visuales, acústicas, táctiles).
- Desdoblamiento de la personalidad.
- Evocación de imágenes olvidadas o casi olvidadas.
- Eclipse o inversión de los sentimientos más arraigados.
- En los individuos con algún padecimiento, concluyó que la Hipnosis inducía a “la transformación radical del estado emocional de los enfermos” y representaba una especie de “anestesia quirúrgica”. Por ejemplo, observó:
- La restauración del apetito en histeroepilépticas inapetentes y emenciadísimas.
- La cesación brusca de ataques de histerismo con pérdida del conocimiento.
- La curación de distintas especies de parálisis crónicas de naturaleza histérica, solo con el simple mandato,
- El olvido radical de acontecimientos dolorosos y atormentadores.
El éxito de este estudio experimental fue trascendental. Pero Ramón y Cajal nunca llegó a publicar formalmente los datos de esta investigación. Después de obtener los resultados, el Comité de Investigación Psicológicas fue clausurado.
El estudio de la Hipnosis en casa de Ramón y Cajal
El doctor ya conocía el potencial de la Hipnosis como terapia para la analgesia (desaparición del dolor). Por lo tanto, decidió probar estos efectos en su esposa, Silveira Fañanás, quien sufría de partos dolorosos y largos y se encontraba en su 6to embarazo. En esta época el doctor ejercía como catedrático en Barcelona.
Descripción del paciente
Don Santiago describe que su esposa es de buena constitución física, tuvo 5 partos anteriores, llegó a participar previamente en pruebas de Hipnosis y responde con facilidad a las sugestiones hipnóticas.
Ensayo
Se trató de una sugestión post-hipnótica. 10 días antes de la fecha de parto, el Dr. somete a su esposa a un ejercicio de sugestión hipnótica, en el que le envió mensajes a su subconsciente: “el parto será corto”, “los dolores serán muy leves y fácilmente tolerables”.
El Dr. definió como prudente no inducir una analgesia total, para respetar el mecanismo natural del parto y conservar en la embarazada los esfuerzos musculares conscientes.
Resultados
La paciente se encontraba realizando tareas domésticas cuando iniciaron las contracciones de la dilatación. Pero los dolores fueron apenas percibidos. Sintió la aceleración del pulso y dificultad para respirar.
La Sra. Cajal abandonó sus quehaceres y el parto fue rápido, en menos de media hora. Ella indicó que apenas sufrió dolor durante el nacimiento del bebé.
Los resultados de esta experiencia fueron publicados en la Gaceta Médica Catalana.
¿Qué pensaba Ramón y Cajal de la sugestión Hipnótica?
El Dr. Santiago Ramón y Cajal exploró durante toda su vida el Hipnotismo, aunque muchos de sus ensayos se perdieron durante la Guerra Civil.
Tras todos sus estudios experimentales, consideró que la sugestión hipnótica era sorprendente. Pero también lo catalogó como el fallo de una máquina perfecta. Consideraba al cerebro humano como la obra maestra de la creación. Así que vio a la sugestión Hipnótica como el defecto de esa obra, un defecto que podía hacer que la más grande inteligencia fuera un instrumento de hábiles sugestionadores.
Ramón y Cajal era un genio integral, también abordó el Hipnotismo desde el mundo literario.
Escribió una corta novela titulada “El fabricante de honradez”, en donde un médico trabaja en un pequeño pueblo y decide hipnotizar a toda su población para inducirla a conservar una conducta recta y ética. Al final, el médico devuelve a todos los pobladores a su estado original, porque la atonía y el hastío eran insoportables.
Actualmente, está demostrado científicamente que el poder de la sugestión radica en el propio paciente. El Hipnoterapeuta no tiene poder alguno sobre las personas.
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